César Lizano confiesa que correr en la montaña le “sacó un tornillo de su cabeza”

Fotos: Andrés Vargas - The Coastal Challenge

Fotos: Andrés Vargas - The Coastal Challenge

Vamos a ver… hablar de César Lizano es sinónimo de la culminación de múltiples procesos en el atletismo. Desde competencias de pista hasta representar a Costa Rica en unos Juegos Olímpicos de Londres 2012.


Pero no sólo la propia pandemia le zafó un tornillo al Tigre de Lizano Running Team sino también el The Costal Challenge, una prueba exigente prueba de 244 kilómetros.

Lizano fue captado por el espectacular lente del fotógrafo Andrés Vargas, quien reflejó en sus imágenes cómo César domó la selva.

“Siempre me ha gustado la montaña, pero obviamente antes no lo podía hacer porque no podía combinarlo con la carretera, pues son opuestos. Quien ha hecho las dos sabe que es totalmente diferente”, comentó Lizano.

En criterio del atleta, en la montaña no se puede pensar en el ritmo de paso ni nada de eso sino es ir sobrepasando los obstáculos que van llegando. Por ejemplo: una montaña de tres kilómetros que hay que ver cómo se va a subir y también cómo se va a bajar.

“He agarrado ese gusto de ver lugares que jamás podría conocer caminando ni nada. Lo he disfrutado al máximo, he conocido y experimentado en la montaña. He aprovechado la pandemia para entrenar en diferentes montañas en Cartago, Alajuelita y otros lugares que tenemos”, añadió.

Fotos: Andrés Vargas - The Coastal Challenge
Fotos: Andrés Vargas – The Coastal Challenge

Como preparación para esta competencia, César realizó La Silvia 2021, un entrenamiento programado que tenía salida de Guápiles y terminaba en el Volcán Turrialba.

“Fue en mitad de enero. No tocamos nada de calle, todo era zacate, trillos, potreros y terminamos en la central en Turrialba. Fueron 27 kilómetros de puro ascenso”, acotó.

El Tigre se enamoró de la montaña aunque no pierde sus raíces de maratones en calle. Lo cierto es que no se cansa de devorar kilómetros y aventuras.

“Hace un año no lo pensaba, pero esos tornillos que se me salieron de la cabeza me hicieron ver diferente todo”, concluyó Lizano.

Lizano, el corredor de asfalto que está encantado con la montaña. Al igual que miles de corredores en el último año, el año de la pandemia.

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