¿Entrena siempre como que si estuviera compitiendo? ¡Cuidado!

Leyendo un artículo en la revista Pro Cycling me encontré con una reseña del corredor  surafricano Reinart JV Rensburg que me llamó mucho la atención; hacía referencia a un tema que es importante conversar con los ciclistas amateur y todos aquellos que están iniciando en el mundo del ciclismo en cualquiera de sus modalidades.


Me refiero a los ritmos de entrenamiento. Normalmente un buen programa de entrenamiento debe tener varias características: individualización, especificidad, intensidad y volumen, que deberían estar dirigidas hacia un objetivo previamente definido, según la disponibilidad de tiempo del deportista y de su capacidad física específica.

Sin embargo, es muy típico encontrarse en el camino sea cual sea la ruta a estos amigos que van en la bicicleta como si estuvieran en una competencia y todo lo someten a ese ritmo. Si usted va con un ritmo determinado que les resulta interesante se ponen a la rueda y luego hacen el movimiento de un ataque o aceleración con el fin de pasarle y dejarlo botado.

Por supuesto que cada uno puede hacer lo que le sirva y lo que le motive y esto es clarísimo, esta nota no está referida a eso, sino más bien sobre la línea de una recomendación: revisar las intensidades a las que está entrenando porque como mencionaba Reinart, salir a hacer un entrenamiento de este tipo produce un efecto directo con las sesiones del día siguiente y el de dos días después.

La regulación de la intensidad es vital para obtener resultados positivos, esto junto con el volumen nos da lo que llamamos carga crónica del entrenamiento y por supuesto que ejerce un efecto negativo directo inevitable cuando salimos a darle duro solo porque sí o porque tenemos “la filosofía” de entrenamiento de darle lo más fuerte y lejos posible.

Este criterio del manejo de cargas no es saludable, no es óptimo y no le traerá resultados positivos nunca.

Manejar los conceptos del entrenamiento deportivo no es solo salir a entrenar y darle lejos y fuerte, va mucho mas allá de eso. Pero lamentablemente aún hay muchas personas que se siguen aferrando a esta teoría y tarde o temprano terminan lesionados, lastimados o retirados del deporte.

Para que sea manejable en el tiempo los entrenamientos deben ser integrales, realistas y apegados a la realidad de cada persona. Por eso los entrenamientos genéricos (el mismo entrenamiento para todo el mundo) no funcionan. Todos somos diferentes, tenemos aptitudes y debilidades diferentes siendo así como hay que dirigir la planificación.

Queremos deportistas por muchos años hagámoslo saludablemente,  el deporte es ciencia no es un juego de azar.

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