¿Será que su molestia es una fractura por estrés o periostitis?

Es una de las dolencias más comunes en los deportistas de endurance o resistencia, sobre todo en los corredores. Es ese dolor molesto, punzante, en la parte de adelante de la pantorrilla, que puede ir aumentando su intensidad, que a veces desaparece mientras corremos; ese dolor puede venir de la irritación del tejido que cubre el hueso, y se conoce como Periostitis tibial (así es con nombre y apellido).


Su origen se puede dar a las siguientes causas:
• Carga de entrenamiento mal dosificada
• Falta de adaptación de los tejidos al estrés
• Irritación nerviosa (sensibilidad)
• Fallo en la técnica de correr (que puede estar asociado a las cargas de entrenamiento)

Entonces, hablemos de cada una, para entender mejor cómo podemos prevenir este dolor.

Carga de entrenamiento: es la cantidad de kilómetros por semana, la cantidad de repeticiones en la pista, la cantidad de series y repeticiones de ejercicios en el gimnasio. A esto hay que sumarle la cantidad de peso que usamos, la velocidad a la que corremos… la cantidad de tiempo que corremos. Cuando el entrenador tiene la formación y conocimiento, dosificar todo esto en un corredor, se convierte en uno de los principales pilares sobre los que vamos a construir el rendimiento de ese deportista.

¿Qué pasa cuando el entrenador es solo un entusiasta del atletismo, o fue atleta pero no tiene formación?

Sucede que el deportista no se va a adaptar de forma adecuada, y su cuerpo va a entrar en un “deficit” de reparación, entonces cada vez que va a entrar, su cuerpo no está 100% recuperado para asimilar la misma cantidad de estímulos o esfuerzo, hasta que llega un punto en el que se rompe el equilibrio y aparece la lesión.

La dosificación de las cargas de entrenamiento, son súper importantes para que el deportista obtenga resultados, vaya mejorando progresivamente, y pueda alcanzar sus metas de rendimiento.

Falta de adaptación de los tejidos: Todos los tejidos se adaptan diferente, y tienen tiempos diferentes, por eso es que el Principio de Individualidad y el de Especificidad son tan importantes.

El principio de Individualidad, nos dice que todos necesitamos cargas de entrenamiento diferentes, porque nuestros cuerpos responden de forma diferente a los estímulos que les damos. El principio de Especificidad, nos habla de que debemos entrenar para nuestro deporte, con ejercicios, rutinas y programación enfocada en mejorar en nuestro deporte; por ejemplo: si corremos maratón de calle, nuestro énfasis de entrenamiento debería estar en correr en la calle, y hacer trabajos de cambios de ritmo y velocidad en la calle, durante algunas fases del entrenamiento podemos ir a la montaña o montarnos a la bici, pero para lograr nuestros objetivos debemos enfocarnos en correr. Podemos usar otros sistemas o métodos de entrenamiento complementarios, pero no deberían sustituir el entrenamiento base, que es correr.

La periostitis, puede cursar por una fase, en la que el tejido que cubre el hueso, los tendones y músculos no estén logrando recuperarse de forma adecuada a la cantidad de kilometros o a la velocidad que estamos corriendo esos kilómetros… para lo que los tejidos van a responde con dolor y molestia al correr o estresar esos tejidos.

Irritación Nerviosa: es una de las causas, que recientemente, se estudia con respecto a la dolor en la tibia asociado al entrenamiento. Se ha encontrado en diferentes estudios, que el cerebro puede responder con dolor, al estrés articular o la sobre carga de los tejido como un mecanismo de protección a la lesión, así también, como a los movimientos que el cerebro pueda percibir como potencialmente lesivos. Es por esto, que cuando los fisios tenemos que atender un paciente con dolor en las tibias, debemos hacer un análisis detallado de la historia clínica de este paciente. Para poder hacer nuestro diagnóstico, tenemos que entender que tiempo de carga deportiva tiene, cómo son los períodos de descanso, si ha habido algún cambio en la rutina de entrenamiento, toda esta información nos va dejar señales claras del tipo de lesión a la que nos estamos enfrentado y el tratamiento oportuno que le podemos brindar a nuestro paciente.

La diferenciación de estructuras que puedan generar dolor, nos va permitir entender, si es que al nervio “no le esta gustando” la cantidad de kilómetros que estoy corriendo, y así poder usar técnicas de fisioterapia para tratar la irritación nerviosa, o si por el contrario, mis músculos o huesos están muy irritados y debo hacer algún cambio en la carga de entrenamiento para dar espacio a la recuperación adecuada.

Fallo en la técnica: Muchas veces le echamos la culpa a las tenis, a la falta de uso de medias de compresión, a si necesito o no plantillas, pero pocas veces revisamos lo más básico, si corremos de la forma más adecuada. Este es quizá, uno de los temas más extensos para desarrollar, sin embargo, mi intensión esta vez es dejarles claras algunas cosas con respecto a la técnica.

-Saber posicionar el pie, nos permite optimizar la tensión de los tejidos, reducir el impacto sobre las articulaciones y poder correr más kilómetros sin dolor.
-Mover nuestro cuerpo de forma eficiente, nos permite usar mejor la energía, aguantar ritmos de entrenamiento más fuertes, por lo que nuestros objetivos se puede alcanzar más rápido. Recordando que el descanso es esencial siempre.
-Reducir el tipo de impacto sobre nuestros huesos y articulaciones, nos garantiza que nuestros tejidos, asimilen mejor las cargas de entrenamiento y bajemos el riesgo de sufrir lesiones por sobre uso.

El balance en el entrenamiento, la alimentación y el descanso son las claves para mejorar el rendimiento y evitar las lesiones.

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